Eso fue lo que dijiste. Lo hiciste. No lo pensaste.
"Quédate, por favor" me dijiste mientras me agarrabas el brazo evitando que saliera de la habitación. "Quédate sólo un poco más", dijiste mientras las lágrimas inundaban tu cara. "Quédate conmigo" me suplicaste a la par que clavabas tus vidriosos ojos en los míos. "Quédate y hazme el amor" gritaste aún a sabiendas de que cada segundo era un pedazo menos de cada uno de nosotros. "Quédate, no tengas miedo" me suplicaste dulcemente. "Quédate y te amaré" mentiste.
Y me quedé.
Y me quedé.
7 comentarios:
Precioso David, me has hecho sentir mucho con esas breves pero intensas y dolorosas palabras.
"No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras..." canta ahora mismo Fito...
Pero siempre se acaba encontrando la salida ;)
Un abrazo escritor.
Cantos de sirenas devoradoras de ánimos...
Alberto: celebro haberte transmitido.
A do outro lado da xanela: yo no lo habría descrito mejor. Gracias.
Disfrutad y sed felices.
demasiado bueno! :D, abrazos
Nany: ... para ser real.
Disfruta y sé feliz.
Cuánto hacía que no entraba aquí.. pero parece que no pasa el tiempo.. Muy bonito! un beso desde Coruña! bibiana
Bibiana: el tiempo sí ha pasado, el tiempo es lo único que inexorablemente pasa, siempre. Pasa por aquí siempre que quieras, siempre habrá algo nuevo que leer.
Disfruta y sé feliz.
Publicar un comentario