Sin paños calientes, El Rincón Barrido cierra sus puertas.
Todo empezó hace ya más de cinco años y desde entonces he compartido mucho, muchísimo, todo.
Lo que he sido está plasmado en cada palabra, cada frase, cada párrafo, cada entrada. He disfrutado cada momento que he pasado pensando y escribiendo lo que iba a compartir, cada fotografía, cada palabra del diccionario, cada frase, cada relato. He paladeado cada uno de vuestros comentarios y os agradezco, desde lo más profundo de mi corazón, cada segundo que habéis pasado en el que se ha convertido nuestro Rincón Barrido.
En la cabeza de muchos, si es que hay muchos ahí detrás, estará resonando la misma pregunta: ¿por qué? En mi cabeza también resuena esa pregunta y no sé responderla. A veces las cosas son porque tienen que ser. No hay un por qué y si lo hay ahora mismo no sé cuál es. De nuevo os preguntaréis: si no hay un por qué entonces ¿por qué lo haces? Difícil responder a una pregunta que no tiene una respuesta. Recuerdo que hace un tiempo un amigo (gracias) me dijo: si sientes que debes hacerlo, hazlo. Siento que es momento de tomarme un respiro.
No quiero extenderme mucho más porque escribir estas líneas me está costando mucho. De hecho sé que volveré a leer esta entrada muchas veces antes de darle al botón de publicar, aunque dentro de mí sé que es algo que ya he hecho...
Me gustaría deciros que esto no es un adiós pero no sé lo que es. Sólo puedo deciros algo que sí tengo claro: muchísimas gracias por vuestro tiempo.
Disfrutad y sed felices.