domingo, noviembre 28, 2010

XXVII Media maratón de Villaverde, mi crónica

Nuevo reto propuesto, acabar una media maratón, y nuevo reto más que conseguido. Esta mañana he participado en la XXVII Media Maratón Popular de Villaverde. 21 kilómetros y 97 metros corriendo era más de lo que yo nunca había corrido.

Mi propuesta para afrontar la carrera era acabar en dos horas, lo que suponía mentener un ritmo de algo menos de 6 minutos el kilómetros. Este es ritmo es para mí algo más que un trote cochinero.

Al levantarme esta mañana he visto que fuera hacía un grado bajo cero y, aunque todavía era de noche, la temperatura no tenía pinta de que fuera a subir subir mucho más. Al llegar a la salida, he recogido el dorsal y el chip y he intentado hacer que el cuerpo entrase en temperatura. Estiramientos, carrera ligera y soplar las manos para no tener que amputármelas.

A las 10 en punto, los mil quinientos corredores que nos amontonábamos en la salida hemos arrancado con el disparo (literal) de salida.

Hasta que el gusano de corredores se ha estirado un poco he ido a un ritmo muy por debajo del previsto, pero una vez que se ha abierto hueco para correr sin miedo a tropezar he cogido mi ritmo, conservador, muy conservador. Como no había liebres hasta el primer kilómetro no he podido saber a qué ritmo iba, sin embargo, tal y como iba me encontraba muy cómodo. A la llegada al primer kilómetro miradita al tiempo: 5:30. Al ritmo que iba me encontraba muy a gusto y, aunque iba por encima de lo que había previsto antes, he continuado a ese paso.

Los primeros tres kilómetros, como siempre me pasa, han sido duros. Es a partir de entonces cuando las piernas ya han entrado en temperatura y se han estabilizado los ritmos cardíaco y respiratorio. No he notado ninguna molestia en las rodillas porque las había calentado bien en la salida, sin embargo, hasta el kilómetro 6 he tenido pequeñas molestias en los tobillos que han terminado por desaparecer.

El primer avituallamiento ha estado en el kilómetro 7, traguito de agua y a seguir corriendo. El cuerpo estaba respondiendo perfectamente y no podía ser de otra forma porque, aunque en algunos tramos aumentaba un poco el ritmo, he intentado estar en 5:30 los diez primeros kilómetros.

En el kilómetro 11 reseteo mental y carrera nueva: 10 kilómetros por delante. Lo que me quedaba por delante era algo a lo que estoy acostumbrado así que he pensado: ¿por qué no apretar un poquito para darle emoción a la carrera? He pasado a correr a cinco minutos el kilómetros y como las piernas iban rodadas el aumento no ha supuesto un esfuerzo real.

A ese ritmo me encontraba de nuevo muy cómodo y como no había grandes desniveles he podido mantenerlo fácilmente.

En el kilómetro 15 otro avituallamiento y he tenido un momento crítico: me he atragantado bebiendo. No puedo más que decir que he pensado que desde ahí ya no levantaba cabeza. He tenido que bajar el ritmo hasta que he dejado de toser y he recuperado el ritmo respiratorio. Hasta el 16 he estado un poco bajo de moral pero al cruzarlo he echado un nueva miradita al tiempo y he visto que había hecho los últimos 5 kilómetros a menos de 5 minutos el kilómetros así que había que seguir.

Hasta el kilómetro 20 he ido adelantando a mucha gente, yo había sido muy conservador e iba con mucha energía acumulada y podía apretar el paso. Las piernas querían correr y la cabeza no decía nada así que apretadita de puños y p'alante.

Extrañamente el último kilómetro ha sido especialmente duro. Yo lo achaco a que me he puesto nervioso, por la emoción de estar llegando, y he perdido el ritmo de respiración pero al final he cruzado la meta...


En resumen, 21,097 kilómetros en 1 hora 47 minutos y 30 segundos (aproximadamente porque al llegar no me he fijado en los segundos), ritmo de 5:05 el kilómetro (acabo de hacer el cálculo y acabo de alucinar) y el placer de volver a demostrarme que querer es poder.

miércoles, noviembre 24, 2010

Diccionario barrido (XX)

hiniesta
  1. f. retama
retama
  1. f. Mata de la familia de las Papilionáceas, de dos a cuatro metros de altura, con muchas verdascas o ramas delgadas, largas, flexibles, de color verde ceniciento y algo angulosas, hojas muy escasas, pequeñas, lanceoladas, flores amarillas en racimos laterales y fruto de vaina globosa con una sola semilla negruzca. Es común en España y apreciada para combustible de los hornos de pan.
  2. [...]

martes, noviembre 23, 2010

Leer los ojos

Miró los ojos y vio en ellos un infinito. Unos ojos profundos que no hablaban que sólo callaban. Unos ojos que no eran negros pero que no tenían color. En ellos podía perderse. En aquellos pozos, profundos, oscuros, misteriosos, podía adentrarse sin saber siquiera si al final había algo, sin saber si podría salir una vez dentro de ellos.

En esos ojos no había alegría pero tampoco tristeza. Eran unos ojos totalmente inexpresivos que sólo con mirarlos lo decían todo. Aquellos ojos tendrían alguna historia detrás, seguro, sin embargo, aquellos ojos no la dejaban salir. Esos ojos querían hablar y sacar de su interior las palabras que durante tanto tiempo habían encerrado. Eran dos cajas fuertes que encerraban sus secretos, nada de allí podía salir sin que fuera con palabras.

No hablaban y lo decían todo. Aquellos ojos callaban sufrimiento, desilusión, dolor. Eran unos ojos que no decían que habían sufrido mucho durante mucho tiempo. No hablanban de lo que a lo largo de los años habían acumulado en su interior; tras esos ojos; un saco de sentimientos que ahora no podía sacar.

Se paró a observarlos y se vio en ellos. Se vio dentro de ellos y supo que ya no podría salir, que aquellos ojos le atraparían para siempre, que jamás podría escapar de la cárcel en que aquellos ojos le habían encerrado. Se vio contra los barrotes de los ojos intentando escapar y se dio cuenta de que no sólo no podría escapar sino que llevaba ahí dentro toda la vida.

Aquellos ojos. Los ojos negros. Los ojos mudos. Los ojos carceleros. Los ojos profundos. Los ojos. Esos ojos. Sus ojos.

domingo, noviembre 21, 2010

Un paso más y siempre hacia delante

Vengo hoy cargadito con una historia que contar. Hace algo menos de dos años, empecé a correr. Al principio mi único afán era el de perder algo de peso, ganar algo de agilidad y fortalecer mis salud gracias al deporte. 

De niño apenas aguantaba diez minutos corriendo a un ritmo muy bajo. Hoy es a partir de la media hora cuando me empiezo a sentir bien corriendo. Disfruto pedaleando más de cien kilómetros sobre la bicicleta, soy capaz de andar cien kilómetros en menos de veinticuatro horas, puedo correr diez kilómetros en cuarenta y cinco minutos y levantarme a las 6 de la mañana para ir a trabajar y, al llegar a casa por la noche, salir a correr. Habrá quién se pregunte qué gano con todo eso. Diría que nada y mucho, depende de quién lo mire. En primer lugar, gano el placer de hacerlo, de cada vez que me pongo las zapatillas salir a darlo todo (aunque a veces cuerpo y mente vayan por caminos diferentes), de llegar cada vez más lejos...

Y de eso va todo esto, de llegar más lejos. Mi objetivo deportivo para este año lo cumplí en la Carrera Solidaria BBVA haciendo un tiempo real de algo más de cuarenta y cinco minutos. En mente tenía como propósito para el año que viene bajar mi tiempo en los diez mil y presentarme a una media maratón y, quizá, acabarla. Pues bien, ayer me inscribí en la Media Maratón de Villaverde no sólo con la intención de acabarla sino de hacerlo en dos horas.

A una semana del evento, me encuentro físicamente bien (superado un ligero susto que me llevé el viernes por la tarde) y psicológicamente con las ganas de  demostrar una vez más que querer es poder. Desde luego que esté con ganas no significa que vaya a ser un camino de rosas ni mucho menos. Durante esta semana probablemente pase por días en los que crea que soy capaz de correr dos maratones seguidas, días en los que no querré siquiera tomar la salida el domingo en Villaverde y días en los que ni me importará correr, sin embargo, sé que en cuanto me levante el domingo por la mañana sólo habrá un camino que tomar:
Dar un paso más y siempre hacia delante.

lunes, noviembre 15, 2010

Diccionario barrido (XIX)

regomeyo
  1. m. And. y Mur. Malestar físico que no llega a ser verdadero dolor.
  2. m. And. y Mur. Disgusto que no se revela al exterior.
Doctor, doctor, tengo un ligero dolor aquí, así como un regomeyo, diría yo.

    sábado, noviembre 13, 2010

    Diccionario barrido (XVIII)

    Gracias a Mota, hoy traigo una palabra que parece estar de moda últimamente: sieso. Se suele decir que alguien es un sieso a aquella persona que es apocado, triste, desaborido, inexpresivo, arisca o poco amable. Todos entendemos cuando alguien nos dice de alguien que es un sieso, sin embargo, la primera y única acepción de la palabra está lejos de significar algo parecido.

    1. m. Ano con la porción inferior del intestino recto.
    Así que ya saben, tengan cuidado la próxima vez que le digan a alguien que es un sieso porque pueden quedar como el culo.

    jueves, noviembre 11, 2010

    Frases LXXI

    Una compañera del curso de fotografía, Susana Sanz, ha publicado el vídeo con su trabajo final de curso en Youtube. Os invito a que lo veais porque realmente las fotografías que publica son geniales y es capaz de captar esos momentos de nuestros mayores más "íntimos".

    Además de las magníficas fotos deja una reflexión que me ha encantado y que comparto con ustedes a continuación:
    Me sobrecoge la fortaleza de los que se enfrentan al fin de la vida.
    Joan Hunt (fundadora y presidenta Asociación para cuidados del cáncer)

    martes, noviembre 09, 2010

    Me gusta Madrid

    Como parte del curso avanzado de fotografía (es algo que me ha mantenido un poco apartado de nuestro blog favorito ¡oh, El Rincón Barrido!) teníamos que hacer una trabajo. Los profesores propusieron el arranque del tema y nosotros teníamos que definirlo: Me gusta... En mi caso no podía ser de otra otra forma que Me gusta Madrid.

    Como bien nos decía Damián: no se trata sólo de hacer fotos, cada foto tiene que ser la mejor foto pero entre todas debe haber una coherencia, deben hablar en un mismo lenguaje. Encontrar ese lenguaje es lo que me ha costado para este trabajo, sin embargo, una foto reveladora me dio el lenguaje que quería utilizar. El volumen de fotos no es grande, pero las fotos que he seleccionado son las que tienen que ser. No significa que el trabajo haya terminado aquí.

    De momento les dejo con el primer resultado (seleccionen 1080HD en el reproductor para ver las fotos a la máxima calidad):

    lunes, noviembre 08, 2010

    Diccionario barrido (XVII)

    1. adj. p. us. Dicho de un rito, de un sacrificio, de una fórmula, etc.: Que, por su carácter mágico, se cree que aleja el mal o propicia el bien.
    Gracias a Antonio sé que las gárgolas que se colocaban antiguamente en los edificios se colocaban, además de para evacuar las aguas de los tejados, con un sentido totalmente apotropaico.

    Gracias, Antonio.

    miércoles, noviembre 03, 2010

    Frases LXX

    En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada. 
    Theodore Roosevelt (presidente estadounidense)