Hoy finalmente ha tenido lugar el archiconocido y archirrepetido apagón analógico. Quien me conozca lo sabrá y quien no se lo voy a decir ahora. Soy totalmente partidario de la digitalización de la información a todos los niveles. Llámenme corporativista si quieren pero la era digital ha sido eso, una nueva era en la humanidad.
Ahora mismo, seguramente estarán pensando: ahora va a venir a contarnos que si la TDT es buena, que si la TDT es la evolución de la televisión, que si patatín, que si patatán... pero no. No vengo a hablarles de los beneficios de la TDT porque sinceramente no los sé. Puedo intuir algunos, por lo que sé de señales digitales, pero no soy experto en la materia. De lo que vengo a hablar es de mi total inconformidad sobre el dichoso apagón analógico.
"Oiga usted, pero si acaba de decir que lo digital es lo bueno y lo analógico es lo malo", sí señor pero no estamos hablando de que yo vea mis películas en un VHS o en un BluRay, estamos hablando de acceso a la información y la "cultura" (entre comillas porque cada vez hay menos cultura en la televisión). No se trata de que yo guarde mis fotografías en formato digital en mi disco duro y no las tenga en papel, se trata de que hoy millones de personas en España no podían ver las noticias o su telenovela favorita (no es gran pérdida pero es un incordio para los amantes de las soup opera). Se trata de que se nos obligue a comprar un apartito aparte del que ya tenemos para poder ver la televisión. Pero vamos a ver, si yo ya podía ver la televisión ¿por qué tengo ahora que comprar un malllamado TDT que me cuesta 50€?
"Mire usted, caballero, es que a las televisiones les sale muy caro el mantener dos señales a la vez". Sí, bueno, y qué. Son empresas y se tienen que adaptar a la normativa nacional en la que operan. Que se promulga una ley que dicta que a partir del
32 de novierro se empieza a emitir la televisión en
morse pues a contratar expertos en morse y a emitir se ha dicho. Que no le gusta lo que hay, pues como me decía mi abuela cuando era niño: váyanse a columpiar gallinas.
Como ven, cuando se trata de acceso a la información soy poco transigente. Más o menos todo aquel que lea esta entrada tiene un acceso a internet "garantizado" y tendrá un nivel adquisitivo que le permitirá gastarse 50€ en un TDT. Egoistamente podríamos decir: ¡bah! Si sólo son 50€ que suelto este mes y ya está. Desgraciadamente hay miles de familias que hoy no podrán ver las noticias porque la televisión que compraron hace 10 años y que funciona a duras penas no estaba adaptada a la TDT. Es más no se pueden gastar 50€ en un malllado TDT porque el cabeza de familia está en paro desde hace más de 6 meses, su compañero de fatigas no encuentra trabajo y no tiene derecho a paro y como quieren que sus hijos de 13 y 15 años sigan estudiando no se pueden poner a trabajar. O acaso hemos olvidado que estamos en época de crisis. ¡Qué fácil es olvidar! Como siempre ocurre, para que la gente olvide un problema metámosle otro que parezca mayor o, al menos, de mayor importancia y todos como borregos a olvidar.
Mientras escribía estas líneas me he dado cuenta de una cosa: la TDT no es sólo TDT sino que también es RDT, Radio Digital Terrestre. ¿Por qué con la televisión sí ha habido apagón analógico y con la radio no? Probablemente por el volumen de emisoras que hay.
Bien. Digamos que acepto las condiciones en las que se hace el apagón. A partir de aquí se supone que son todo beneficios, ¿no? Pues no, no se engañen, la Televisión Digital Terrestre es la televisión de toda la vida pero en ceros y unos. Me río al ver los anuncios que dicen: televisión interactiva, televisión a la carta, mejor señal, subtítulos, versión original... Lo más interactivo que puedo hacer con mi televisión es girarla para poder verla desde la cama. Es más, este mediodía hablando con mi hermano del repetido hasta la saciedad apagón analógico le he dicho: ¡vaya! adiós al teletexto. Acto seguido he puesto la televisión analógica y he comprobado que efectivamente no se veía, sin embargo, algo dentro de mí me ha obligado a hacer la misma prueba en la TDT. ¡Oh, blasfemia! El teletexto funciona en la TDT. ¡¡¡Genial!!! La televisión del futuro con formato del pasado.
El teletexto estaba bien en el siglo pasado cuando se pensó que se podía emitir una pequeña señal que transmitiese una pequeña cantidad de información con noticias, información sobre el tiempo, la programación televisiva, el horóscopo, anuncios por palabras. ¿Por qué aprovechar las bondades de lo digital si podemos limitarnos a restransmitir la señal analógica, tal y como la teníamos antes pero en digital? Porque así somos en este país, hacemos lo mínimo con tal de salvar el culo y así nos va. Mañana aparecerá el Teletexto Digital y, ¡oh, sorpresa! que ninguno de los bienllamados decodificadores de TDT estará preparado para ello, así que tendremos que soltar 100€ más si queremos tener acceso a los servicios avanzados que la TDT ofrece. Entonces nos llevaremos las manos a la cabeza... otra vez.
En resumen, puedo ver 25 canales de teletienda, 10 canales adjuntos a las antiguas analógicas que viven de reponer series de los 80 y los 90, 4 nuevos canales de entretenimiento, más las 6 antiguas analógicas (las cifras me las he inventado, cualquier parecido con la realidad es sólo pura casualidad). ¡Genial! Ahora puedo hacer zapping en muchos más canales lo que supone que perderé más tiempo para darme cuenta de que no echan nada interesante en la tele. Bueno, siempre me quedará consultar el horóscopo en el teletexto...
Por lo que a mí respecta la TDT no es más que un fracaso más de cómo no se deben hacer las cosas.