domingo, octubre 04, 2009

Un post, un rincón (XXVII)

Hace muchos años lo visité pero me gustó mucho ver la genialidad de un artista como es la de Dalí. En Port Lligat, cerca de la frontera con Francia en Girona, está la casa donde el gran Salvador compartió la vida con Gala, su esposa.



La casa de Dalí está llena de flores que Gala recogía para adornar.



El genio de Dalí no estaba sólo en lo que hacía para demostrar su arte sino también en las pequeñas cosas que hacían su vida mejor. Por ejemplo, se le ocurrió que si ponía un espejo orientado de tal manera que los primeros rayos de sol se dirigiesen hacia la cama sería la primera persona en la Península Ibérica que en ver amanecer.



No toda la belleza de la casa de Dalí está de puertas para dentro. El envidiablemente amplio jardín está lleno de pequeñas perlas. Abunda la tan amada por Salvador figura del huevo.





También podemos disfrutar de la demostración de la devoción de Dalí con su Cristo de los Escombros.



También llama la atención la presencia de Michelín, el simpático muñeco de la marca de neumáticos.



Por no hablar de la presencia del hombre bifálico.



Un sitio que no se deben perder. Pueden ver todas las fotos aquí.

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