jueves, mayo 22, 2008

Parecidos

Ayer cuando llegaba de trabajar, en el portal de casa, me encontré con los vecinos de arriba.

Mis vecinos de arriba son unos jubilados de Béjar. ¿Por qué digo esto? Porque desde que nací he pasado mis veranos en el pueblo de mis abuelos, Peñacaballera, que está a 10 kilómetros de Béjar. Realmente no es el pueblo de toda la vida de mis abuelos pero digamos que después de más de cuarenta años viviendo allí se tienen más que merecida la ciudadanía peñacaballerense. Pero esa una historia para contar en otro momento, sin embargo, no deja de ser curiosa coincidencia.

El caso es que antes de entrar la señora se gira y me dice:

- Hijo, no hace falta que me digas quién eres. Eres igualito que tu madre.

La entrañable señora, con su acento bejarano, que es un acento especial con su aquel, me había calado sólo con verme la cara. ¡Qué envidia! A la memoria se me vino un muy buen amigo de Coruña. Recuerdo que un día íbamos por la calle y me da un codazo y me dice:
- Pi -el por qué de este pseudónimo es una historia para contar en otro momento- ¿ves esa chica que está esperando el autobús ahí a la izquierda?
Miro. La veo.
- Sí. ¿Qué?
- Esa chica estaba el jueves en el pafeto en el que estuvimos tomando unas copas.
La miro. Le miro. Me mira, afirma con la cabeza, casi orgulloso. Le vuelvo a mirar. La vuelvo a mirar. Finalmente, respondo.
- ¿Qué me estás contando? ¿Te estás quedando conmigo?
- Que sí, que sí, que esa estaba allí.
- No, si eso me lo creo. Lo que me cuesta creer es que seas capaz, ya no de reconocer a alguien entre la oscuridad y el humo que había allí, sino de que te acuerdes de que es esa la chica que estaba allí.

Silencio. Supongo que después iríamos a tomar unas cañas. Grandes momentos. Pero esa es una historia para contar en otro momento.

Me sorprende la gente tiene esa memoria para las caras y para los nombres y más todavía envidio a aquellos que son capaz de hilar caras y nombres.

Mi memoria para los rostros y, a veces, para los nombres es practicamente nula. Cualquier día, al levantarme, me veo en el espejo y me doy los buenos días amablemente, porque no me he reconocido a mí mismo.

Sólo añadiré que existe un nombre para esa carencia en la percepción y memoria de los rostros y es prosopagnosia. Y eso es lo que venía a contar.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Este post me ha hecho recordar muchos momentos irrepetibles, llenos de inconsciencia e irresponsabilidad pero vistos desde la distancia volvería a repetir sin dudarlo, porque la vida ya te coloca en tu lugar (con perdón) a base de hostias.

Pero bueno, tu carencia de percepción tiene nombre, pero ¿mi habilidad para recordar caras no lo tiene?. Yo también quiero un nombre cientitífico "desos" bien chulos...jejejeje

salu2

Alberto Fernández dijo...

JJAJJAJJAJAJJA, ays ays, perdón que me ría tanto, pero es que ahora se me ha venido un recuerdo a la cabeza que enlazado con tu post, resulta curioso. Una vez este señor y yo volvíamos de fiesta para casa, en esta, un fulano que no conocíamos de nada se puso farruco con el dueño de este blog, sobra decir que la buena educación y plante del mismo hizo que la cosa no fuese a más, pero lo más curioso fue que cuando los dos pollitos de corral de marcharon, David me dijo: "Me he quedado con su cara, como vuelva a ponerse tonto se entera..." :D menos mal que no hubo necesidad de venganza....

Raul_ams, lo tuyo se llama memoria episódica, nada tan chulo como lo de David, pero ya sabes lo mucho que le gusta presumir :P

Un saludo desde ee, ummm, estoooo, desdeeeee, un lugar del mundo.

Unknown dijo...

Me veo en la necesidad de volver a comentar, ya que tu post me ha hecho recordar nuevos momentos irrepetibles. Verás, ¿te acuerdas lo aficionados que éramos a los mundiales? México ´86, Italia ´90... jejejeje

alberto: gracias por el apunte, lo recordaré visualmente: memoria episódica, XD

salu2

Unknown dijo...

raul_ams: pues sí, querido amigo, grandes momentos hemos pasado. Gracias a ti a mí Coruña me sabe a cerveza. No te quepa duda de que si volviese a atrás en el tiempo volvería a hacer todo lo que hice. A ver si pronto nos vemos.

Alberto: recuerdo que veníamos discutiendo, no sé de qué porque siempre andábamos como el perro y el gato, y el individuo me decía: que te has confundido, que te has confundido. Obvio decir que no me quedé con su cara...

raul_ams: recuerdo que nunca hablamos del mundial de Argentina 78 y yo ahora soy todo un experto.

Gracias por los recuerdos y muchas gracias por vuestro tiempo.