sábado, mayo 31, 2008

Solución acertijo: Cytinus hypocistis


El acertijo era difícil a menos que se tuviera de 40 años en adelante y se hubiera vivido en las Hurdes o se fuera un experto en plantas parasitarias, lo sé. La fotografía corresponde a un
cytinus hypocistis, que corresponde a una hierba perenne, sin clorofila, parásita sobre las raíces de otras plantas, normalmente del genero Cistus.

Pues bien, como siempre, cada cosa tiene su historia.

Esa planta parasitaria se encuentra bajo las jaras, de las que es parasitaria, y, vulgarmente se conoce como
colmenilla. Cuando mi madre era solo una niña vivía en Ladrillar, un pequeñísimo pueblo en el corazón de las Hurdes. Las Hurdes ha tenido siempre fama de ser una zona muy pobre y cuando el río suena...

En los años 50 apenas se sobrevivía comiendo patatas, legumbres y caldos, como, supongo, en la mayoría de los pueblos de España. Se pasaba hambre, mucha hambre. Para los niños, la mayor diversión, después de salir de la escuela, era caminar por el monte en busca de aventuras, tesoros y cosas extrañas. Una de esas cosas extrañas eran estas colmenillas que se escondían a la sombra de las jaras.

Pero la historia no acaba ahí porque a las colmenillas se le pueden separar los lóbulos de que están formadas y se puede observar que son como un depósito de jugo. Pues bien, si a esos lóbulos se les quita la cabeza y se aprieta ese jugo sale.

Seguro que en este punto alguien ya sabe por dónde van los tiros. ¿Qué pasa con ese jugo que sale? Pues que los niños se dedicaban a comérselo, simplemente, sin más. Separar lóbulo, quitar cabeza, apretar y chupar, separar lóbulo, quitar cabeza, apretar y chupar. Y a qué sabén. Me limitaré a reproducir las palabras de mi madre:
a nada, hijo, pero con el hambre que pasábamos... Despues, pensándolo detenidamente, me he dado cuenta de que las pipas, si no tuvieran sal, tampoco sabrían a nada.

Hace unas semanas estuvo de viaje por su tierra madre y trajo unas cuantas. Ahora me arrepiento de no haberlo probado.


Información técnica obtenida de Fotomacro.

miércoles, mayo 28, 2008

Acertijo

Lo sé, lo sé. La frecuencia de publicación está descendiendo vertijinosamente. Lo peor de todo es que no es falta de musa sino falta de tiempo. Ideas hay y no pocas, sin embargo, parece que los días de 24 horas no me cunde. A pesar de dormir apenas 6 horas al día, los días se me quedan cortos. Quizá no sepa priorizar tareas según necesidades. No se pueden tener tantas inquietudes... Cuando tenga tiempo leeré algo sobre Getting things done.

Mientras tanto les propongo un acertijo. Sí es una forma rápida de darle una barrida al rincón, pero no por ello deja de ser curioso, para muestra un botón.


Sobre ello sólo diré que es vegetal y que ese en concreto fue recogido en las Hurdes, tierra que vio nacer a mi madre y, probablemente, a todos mis antepasados.

jueves, mayo 22, 2008

Parecidos

Ayer cuando llegaba de trabajar, en el portal de casa, me encontré con los vecinos de arriba.

Mis vecinos de arriba son unos jubilados de Béjar. ¿Por qué digo esto? Porque desde que nací he pasado mis veranos en el pueblo de mis abuelos, Peñacaballera, que está a 10 kilómetros de Béjar. Realmente no es el pueblo de toda la vida de mis abuelos pero digamos que después de más de cuarenta años viviendo allí se tienen más que merecida la ciudadanía peñacaballerense. Pero esa una historia para contar en otro momento, sin embargo, no deja de ser curiosa coincidencia.

El caso es que antes de entrar la señora se gira y me dice:

- Hijo, no hace falta que me digas quién eres. Eres igualito que tu madre.

La entrañable señora, con su acento bejarano, que es un acento especial con su aquel, me había calado sólo con verme la cara. ¡Qué envidia! A la memoria se me vino un muy buen amigo de Coruña. Recuerdo que un día íbamos por la calle y me da un codazo y me dice:
- Pi -el por qué de este pseudónimo es una historia para contar en otro momento- ¿ves esa chica que está esperando el autobús ahí a la izquierda?
Miro. La veo.
- Sí. ¿Qué?
- Esa chica estaba el jueves en el pafeto en el que estuvimos tomando unas copas.
La miro. Le miro. Me mira, afirma con la cabeza, casi orgulloso. Le vuelvo a mirar. La vuelvo a mirar. Finalmente, respondo.
- ¿Qué me estás contando? ¿Te estás quedando conmigo?
- Que sí, que sí, que esa estaba allí.
- No, si eso me lo creo. Lo que me cuesta creer es que seas capaz, ya no de reconocer a alguien entre la oscuridad y el humo que había allí, sino de que te acuerdes de que es esa la chica que estaba allí.

Silencio. Supongo que después iríamos a tomar unas cañas. Grandes momentos. Pero esa es una historia para contar en otro momento.

Me sorprende la gente tiene esa memoria para las caras y para los nombres y más todavía envidio a aquellos que son capaz de hilar caras y nombres.

Mi memoria para los rostros y, a veces, para los nombres es practicamente nula. Cualquier día, al levantarme, me veo en el espejo y me doy los buenos días amablemente, porque no me he reconocido a mí mismo.

Sólo añadiré que existe un nombre para esa carencia en la percepción y memoria de los rostros y es prosopagnosia. Y eso es lo que venía a contar.

lunes, mayo 19, 2008

Arantxeta la chincheta

¿Saben lo que es cruzarse con alguien en el trabajo y que a nada que le digas sonría y se ría? Yo sí, gracias a una compañera que responde al nombre de Arantxa. Yo la llamo Arantxeta la chincheta, por eso de la rima, ya saben. Ahora cada vez que la oigo por los pasillos grito: ¡Chincheta! a lo que ella responde con una sonora carcajada. En honor a las risas que me alegran la mañana hago mi primera incursión en la poesía. Les dejo con mi primer poema titulado Arantxeta, la chincheta.

Arantxeta la chincheta
por Oso,

Anacoreta, avioneta, baqueta,
bicicleta, boleta, bragueta,
brocheta, careta, caseta,
chaqueta, chincheta, chuleta,
cocreta, colchoneta, coleta,
cometa, concreta, cruceta,
cuchufleta, estafeta, feta,
fleta, furgoneta, jineta,
libreta, maleta, maneta,
maqueta, marioneta, nieta,
papeleta, peseta, planeta,
ruleta, saeta, servilleta,
seta, silueta, tableta,
tanqueta, teta, torreta,
veleta, violeta, zeta.
Libélula.
Arantxeta la chincheta.

Aclarar que todas las palabras han salido directamente de mi cabeza, no ha habido googling ni raeing.

jueves, mayo 15, 2008

Muñecos dulces

El otro día al pasar por la tienda Caramelos Paco vimos unas monadas muy dulces a las que no pudimos resistirnos. Se las presento:

En primer lugar, El Señor Búho.


Lleva gafas, sí, pero no son cualquier tipo de gafas. Se tratan gafas de visión nocturna porque de pequeño pasó tanto tiempo al sol que de noche no veía. Sus padres le regalaron las gafas de visión nocturna para que pudiese disfrutar la noche.

También nos llevamos a la Señora Mujidos.


Era conocida en su grupito de vacas por sus dos lunares en la nariz y por llevar una cresta entre los cuernos.


Como han podido observar también tiene los dos lunares en la nariz. Esto se debe a que La Señora Muuuuujidos y El Señor Cochino son hermanos por parte de padre, de ahí que ambos tengan dichos lunares.

Por último, El Señor Payaso Feliz.


Es muy divertido y siempre está con sus chanzas y además tiene un estilo muy personal al vestir. Tan pronto lleva su gorro azul y su pajarita como se calza un gorrito rosa para fardar.

Están hechos de azúcar y son deliciosos. Todo el que viene a Madrid debería visitar la tienda de Caramelos Paco.

jueves, mayo 08, 2008

El Cerro del Tío Pío

Existe una lugar en Madrid que responde al nombre de El Parque del Cerro del Tío Pío. También responde al nombre El Mirador de Vallecas. Aunque por los alrededores es comúnmente conocido como el Parque de las Tetas. No, no se trata de una Casa de Campo en potencia, se le denomina ¿vulgarmente?, no sé qué tiene de vulgar una teta, Parque de las Tetas porque está formado por una serie de montículos en forma de pecho, mama, teta o como ¿vulgarmente? se le quiera llamar. Yo conté seis y subí a todos ellos. Así que si alguien quiere fardar con sus amigos y decir "¡Oye, tío! No te pases ni un pelito que soy escalador de turgencias" no tiene más que acercarse a Vallecas, aquí en Madrid y disfrutar de las maravillosísimas vistas que tales eminencias proporcionan.

Oye, apañero, es que yo no vivo en Madrid y además venía buscando turgencias de otro estilo, tú ya me entiendes. Correcto, pero el español es tan rico que se puede decir turgencias, pechos y eminencias en el mismo texto y no estar hablando de pechos turgentes de eminencias.

Bueno, yo es que no puedo ir a Madrid porque vivo en México y me gustaría ver de qué estás hablando. Para muestra un botón.


¿Quiere más?

domingo, mayo 04, 2008

Doloroso placer

El viernes me animé a hacer el Anillo Verde Ciclista de Madrid (curioso nombre para un carril bici que es rojo). Son nada más y nada menos que 64,4 kilómetros de carril bicicleta alrededor de Madrid. En realidad, no lo hice completo porque empecé en Pirámides y cogí el anillo a la altura del Parque Sur y lo dejé en la Vía Lusitana. Entre esos dos puntos hay 1,43 kilómetros que no hice.

Ahora entiendo el mérito de los ciclistas. No es sólo un mérito físico sino también psicológico. La dificultad de un escapado en una carrera ciclista es luchar contra sí mismo no contra los demás. Es la lucha contra la sombra de uno mismo, el intento de alcanzar lo que no puedes alcanzar porque ya lo has alcanzado.

Reconozco que en más de dos, tres, cuatro, cinco... ocasiones sentí la tentación de bajarme de la bicicleta y tirarla debajo de un camión. Mi culo decía basta, mi cabeza decía basta, pero mis piernas seguían pedaleando. Luego era mi cuerpo el que decía que parase y mi cabeza que siguiese, mi culo seguía diciendo que parase...

En resumen, 72 kilómetros, 3 horas y 40 minutos, 19,67 kilómetros por hora de media, 46,73 de velocidad máxima.

Cuestión de acostumbrarse. Mañana (fe de erratas: hoy, quería decir hoy), para continuar, me iré a Tres Cantos desde Pirámides, para el miércoles o el jueves volverme en bicicleta al salir de trabajar. El miércoles ya lo hice y no fue tan descabellada la idea. Ya les contaré.