Salir de casa a las 6.30 de la madrugada, trabajar sin descanso durante no quiero saber cuántas horas, engullir en lugar de comer para recuperar el ritmo de trabajo, sobrevivir a base de cafeína, dormir las horas justas para recuperar fuerzas para otro duro día de trabajo, dejar de lado unas cosas para darle prioridad a otras... Todo aliñado con grandes dosis de un extraño sentido del humor con los compañeros de trabajo.
Sólo hay que saber mirar la realidad con los ojos adecuados para ver que al final del día siempre hay rayos de luz que te hacen la vida especial.
Sólo hay que saber mirar la realidad con los ojos adecuados para ver que al final del día siempre hay rayos de luz que te hacen la vida especial.