domingo, octubre 02, 2005

La vuelta al cole...

Pues sí, señores, mañana por la tarde volveremos a la rutina de ir a la universidad. Quizá muchos de vosotros no tengáis ganas ningunas de tener que volver a clase, a la presión de la entrega de prácticas, a la asistencia diaria a clase o a aguantar a profesores que tienen el ego por las nubes, sin embargo, yo soy el típico que tiene ganas de empezar dos días antes pero una vez ha pasado una semana tiene ganas de acabar...

Pues sí, sólo comentaros que espero que este curso lo pasemos tan bien como el curso pasado. Espero que hagamos todas esas cosas que dijimos que íbamos a hacer el curso pasado.

¡¡¡Ánimo!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vuelta al cole... Las mismas caras, las mismas personas, y los mismos dilemas morales.
Todo el ultimo año babeando por la misma muchacha de clase y sin ninguna posibilidad. Ojala MªAngeles se fijara en mi.
(Nunca hubiera puesto este comentario si no fuera anonimo y supiera que practicamente no tiene alcance para que se difunda)

Anónimo dijo...

Te conozco? Si en vez de escribirlo aquí fueras hombre me lo dirías en persona. Bah, pierdo el tiempo

Anónimo dijo...

Los designios del corazon son inescrutables. A mi no me resulta tan facil como a ti decirlo.
Quizas no sea tan "hombre" como a ti te gustaria. Lo siento, me habre equivocado yo tambien.

Anónimo dijo...

Oh dulce Angie, mi musa reveladora, mi deidad inalcanzable, tú me enseñaste a amar, a llorar en la oscuridad de mi cuarto, a arder en deseo, a helarme en cobardía...

Maldito seas!! usuario anónimo!!
si he de luchar en la sombra por su amor, si he de desbancar fantasmas invisibles que me hacen tropezar en mi afán por alcanzarla, si he de sortear infortunios que cercenan mi destino, miraré a los ojos a la muerte y le diré: aparta de mi camino, pues ni tú, oh ramera de rostro enjuto, ni ningún otro poderoso ser anónimo, quebrantará mi empeño de poseer su corazón, su alma y su cuerpo, y hacerla mía, ya que sólo de esta forma daré fin a mi prolija búsqueda de la unión entre el bien y el mal, entre amor y odio, entre mar y cielo, entre indiferencia y deseo, entre Angie y yo...

El anónimo enmascarado; dóblemente anónimo.